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Preguntas y Consejos: Tratamiento con Láser y Cirugía

En esta sección Ud podrá encontrar una descripción de técnicas de tratamiento con láser y tratamiento quirúrgico utilizadas con mayor frecuencia en pacientes con glaucoma.

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¿Qué tipos de Láser existen para tratar el Glaucoma?

(Ultima actualización 21 de Julio 2020)

Dentro de los tratamientos existentes para manejar el glaucoma en sus distintas formas, la utilización de los procedimientos laser es una alternativa más, que puede ser utilizada a modo de prevención o como una terapia más junto a los medicamentos ya utilizados. 
Estos tratamientos pueden ser utilizados tanto en glaucomas de ángulo abierto como de ángulo cerrado, siendo habitualmente un procedimiento ambulatorio y que tiene bajo riesgo para el paciente. 
 Los tipos de laser son:

  • Iridotomía Periférica

  • Iridoplastía 

  • Trabeculoplastía 

  • Ciclofotocoagulación

 

Iridotomía Periférica
Es un procedimiento láser recomendado para aquellos pacientes que tienen glaucomas del tipo ángulo estrecho o riesgo elevado de desarrollarlo.

Al realizar una pequeña perforación en el iris (parte de color del ojo), se busca evitar el abombamiento anterior del iris que puede tapar el drenaje natural del ojo y causar aumento de la presión ocular. Esta elevación de la presión ocular puede ocurrir de manera crónica y asintomática, o de manera aguda y con muchas molestias oculares.

En la etapa preventiva (tratamiento de pacientes en riesgo), la iridotomía muchas veces es el tratamiento definitivo.

En la etapa de glaucoma por cierre angular, o cuando ya se ha producido obstrucción total o parcial del drenaje y la presión ocular se encuentra elevada, la iridotomía suele requerir de tratamiento medico o quirúrgico adicional para controlar la enfermedad.

Iridoplastía
Este es un procedimiento utilizado principalmente en 2 situaciones:

Para ayudar a detener una crisis de cierre angula agudo (o glaucoma agudo)

En pacientes con ángulo estrecho y un sindrome específico conocido como sindrome de iris plateau.

Este procedimiento consiste en la aplicación de un láser en el área periférica del iris, que buscan abrir el angulo de drenaje del ojo en los casos indicados.

 

Trabeculoplastía
Para detalles de este procedimiento referirse a la siguiente sección (¿Qué es la Trabeculoplastía con Laser?)

Ciclofotocoagulación

Para detalles de este procedimiento referirse a la siguiente sección (¿Qué tipos de cirugía existen para glaucoma?, subsección ablación del cuerpo ciliar)

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¿En qué consiste la Trabeculoplastía con Láser?

(Ultima actualización 29 de Julio 2020)

La Trabeculoplastía con láser es un tratamiento utilizado para reducir la presión del ojo (presión intraocular).

En condiciones normales el líquido intraocular (humor acuoso) es producido detrás del iris, fluye a través de la pupila hacia la porción anterior del ojo, desde donde es drenado a través de un canal a nivel de la unión entre la córnea y el iris. Este canal se conecta hacia las venas de la superficie del ojo, que es donde termina finalmente el líquido que sale del ojo.

  • El equilibrio que hay entre la cantidad de líquido que el ojo produce y la cantidad de líquido que drena hacia afuera del ojo determina la presión intraocular. Lo habitual es que ese equilibrio lleve al ojo a mantener una presión intraocular cerca de 16mmHg y no más alto de 21mmHg.

  • Cuando la presión intraocular se eleva, como ocurre en algunos tipos de glaucoma, lo que falla es el sistema de drenaje del ojo. Hay una resistencia aumentada en este sistema de drenaje.

  • El aumento de la presión intraocular puede dañar el nervio óptico y comprometer la visión.

  • Es por eso que en muchos casos está justificado hacer un tratamiento para reducir la presión intraocular.

  • Uno de los tratamientos que puede reducir la presión intraocular es la trabeculoplastía con láser.

  • La trabeculoplastía consiste en la aplicación de un rayo láser de baja potencia (no duele) a la pared de estos canales de drenaje para facilitar la salida de líquido del ojo y así reducir la presión intraocular.

  • Este líquido intraocular y su circuito es independiente y diferente de la producción de lágrimas, por lo que ésta no se verá afectada por el tratamiento.

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1b

Figura 1a: Esquema de un ojo mirado de lado y partido por la mitad. Hacia la izquierda está la parte anterior del ojo, hacia la derecha está la parte posterior del ojo. Todo el interior del ojo se ha pintado de un tinte azul para efectos ilustrativos. Esta cavidad tiene en su interior líquido, la presión de este líquido que rellena el ojo es la presión intraocular. En la mitad de esta cavidad teñida de azul se puede apreciar el cristalino que es el lente de enfoque del ojo, este esta flotando en el liquído intraocular y afirmado hacia la pared del ojo a través de delgadas fibras (zónulas). El líquido que está por delante del cristalino es similar al agua en consistencia por eso se le llama humor acuoso, el líquido que está por detrás del cristalino contiene además fibras transparentes lo que le da mayor densidad y por eso se llama humor vitreo. La porción acuosa del líquido que rellena el ojo está siendo constantemente renovada gracias a que el ojo produce líquido en el sector que está detrás del iris y drena líquido en la parte anterior del ojo justo donde se se une el iris y la cornea. En la trabeculoplastía con láser se dispara con un laser especial hacia los tejidos adyacentes el canal de drenaje para que el líquido pueda salir con mayor facilidad y así reducir la presión intraocular.

Figura 1b: Zoom de la figura 1a, centrado en la parte anterior del ojo ilustrando flujo del líquido que el ojo produce desde la parte posterior del iris al sector de la unión entre el iris y la cornea donde está el canal de drenaje.

¿En qué consiste el procedimiento?

El tratamiento se realiza sentado frente a una máquina similar a la utilizada en una consulta de Oftalmología habitual, pero que contiene un láser asociado al microscopio. Su Oftalmólogo instalará un lente de contacto especial para mantener el ojo en posición y obtener una mejor visualización. Esto toma aproximadamente 20 minutos y no es doloroso, aunque usted puede experimentar alguna molestia mínima con cada aplicación de láser. Posteriormente regresará a una sala de espera donde se le realizará una medición de presión intraocular aproximadamente 1 hora después de realizado el láser. 

¿Para qué sirve este tratamiento?

Es importante que recuerde que este tratamiento se realiza para reducir la presión intraocular.

La reducción de la presión intraocular con láser es especialmente relevante en pacientes con glaucomas en que la presión intraocular se encuentra elevada.

El objetivo del tratamiento es evitar que la enfermedad avance y preservar la visión que usted aún conserva. Pero los tratamientos de reducción de la presión ocular, entre los que está el láser, no revierten el daño que ya se ha producido en su visión.

¿Cuál es el pronóstico de la Trabeculoplastía con Láser?

La trabeculoplastía funciona en cerca del 75% de los pacientes. Si el tratamiento es exitoso usted podrá reducir el número de gotas hipotensoras que utiliza actualmente o incluso dejar de usar gotas. Este no es un tratamiento permanente ya que luego de algunos años su efectividad en la reducción de la presión intraocular puede disminuir. Por lo tanto, es necesario que usted permanezca en controles periódicos. 
Si al cabo de un tiempo el efecto hipotensor de este tratamiento disminuye, es posible repetirlo o bien reiniciar gotas.

¿Cuáles son los riesgos de la Trabeculoplastía con Láser?

Las complicaciones de este tratamiento son raras.

Ocasionalmente la presión intraocular puede elevarse inmediatamente después de aplicado el láser.

Es posible que requiera tratamiento con gotas antes de volver a su hogar el día del tratamiento si es que éste es su caso. Menos frecuentemente puede también requerirse del uso tabletas. 
En caso de presentar hipertensión ocular importante, puede ser necesario que se quede más de una hora en la consulta de su médico para un segundo control de presión intraocular. 
El éxito del tratamiento lo conoceremos luego de algunas semanas de transcurrido el procedimiento láser. En algunas ocasiones la reducción de la presión intraocular logrado no es suficiente, de ser este el caso su tratante le indicará un tratamiento complementario que puede ser en gotas u otro.
Si usted presenta alguno de los siguientes síntomas durante las primeras horas post procedimiento, deberá ponerse en contacto con su tratante:​

- Dolor excesivo

- Pérdida de visión

- Ojo progresivamente más rojo

¿Cuáles son las alternativas al tratamiento de SLT?

El tratamiento alternativo es el uso de gotas, otras formas de láser más invasivo o cirugía de glaucoma. Puede pedir más información a su Oftalmólogo tratante respecto de estas otras formas de tratamiento para el glaucoma. 

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¿Es la trabeculoplastía con láser una buena opción

   al tratamiento de gotas?

(Ultima actualización 21 de Julio 2020)

La trabeculoplastía con láser es un tratamiento para el glaucoma de ángulo abierto y la hipertensión ocular de alto riesgo que se encuentra disponible en el mundo desde hace más de 10 años.

En el subgrupo de pacientes con la presión intraocular elevada, en que la causa de la elevación de la presión intraocular es una falla en el sistema de drenaje tiene mucho sentido plantear este tratamiento, sobretodo considerando que un porcentaje importante de pacientes puede quedar libre del uso de gotas por varios años.

En contra de la trabeculoplastía están:

  • El costo inicial es mayor que el de las gotas.

  • Los pacientes prefieren las gotas, pues tienen temor de un procedimiento, a pesar de ser mínimamente invasivo y de bajo riesgo.

  • Hay un porcentaje bajo de pacientes que no responde al tratamiento.

 

A pesar de los factores enumerados arriba, hay un grupo grande de pacientes que se pueden beneficiar enormemente de la trabeculoplastía como tratamiento del glaucoma, en especial cuando el diagnóstico es reciente y el daño leve o moderado.

  • En un esfuerzo por demostrar que esto es verdad e año 2019 fue publicado en la revista The Lancet (una de las revistas médicas más importantes del mundo) un estudio para comparar la trabeculoplastía con el tratamiento de gotas para el glaucoma en pacientes recién diagnosticados.

  • Este estudio llamado LIGHT, fue el mayor ensayo clínico controlado randomizado y no financiado por la industria, publicado hasta ahora. (Incluyó a más de 700 pacientes que fueron seguidos por 3 años) 

  • Luego de 3 años de seguimiento este estudio demostró que la SLT fue más costo-efectiva que las gotas, permitiendo un ahorro para el sistema de salud Inglés.

  • Adicionalmente, más de 74% de los pacientes sometidos a SLT permanecieron con enfermedad controlada y sin requerir uso de gotas en el largo plazo.

  • Finalmente, también se demostró que los pacientes sometidos a SLT presentaron una mayor estabilidad su presión intraocular  y un menor riesgo de requerir cirugía incisional, tanto de glaucoma como cataratas. 

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¿Cuál es el objetivo de la Cirugía de Glaucoma?

(Ultima actualización 20 de Agosto 2020)

El objetivo del tratamiento del glaucoma es disminuir la presión intraocular para preservar lo más posible la visión del paciente y así mantener su calidad de vida.

Muchos pacientes con glaucoma consultan por cirugía pues están decepcionados del tratamiento con gotas. Sienten que a pesar de cumplir rigurosamente el tratamiento y reducir la presión intraocular no ven mejor. Creen que la cirugía es la solución para recuperar la visión.

  • Si bien hay casos excepcionales en que pacientes con la presión ocular muy alta pueden ganar visión al reducir la presión ocular con tratamiento médico o cirugía, la mayoría de las veces no es así.

  • La cirugía al igual que el tratamiento médico busca reducir la presión intraocular, que es hasta ahora el único factor demostrado y modificable en esta enfermedad.

  • El tratamiento exitoso de glaucoma, medico o quirúrgico, es detener o enlentecer significativamente el avance de la enfermedad evitando que el paciente siga perdiendo visión. Es por eso que es tan importante seguir el tratamiento recomendado en las etapas iniciales, asintomáticas.

Si bien la reducción de la presión intraocular es hasta ahora el único factor demostrado y modificable en esta enfermedad, se están estudiando otros tratamientos que serían neuroprotectores y que no dependen de la presión.

En personas sanas existe normalmente una cierta fluctuación de los valores de presión intraocular durante el día, sin embargo, en pacientes con glaucoma estas fluctuaciones pueden ser exageradas y por ende las terapias deberían también disminuir la fluctuación de estos valores.
 

La cirugía para el glaucoma puede tener un efecto potente para reducir el nivel de la presión intraocular y las fluctuaciones de presión intraocular, pero sólo en casos seleccionados es preferida al tratamiento con gotas o láser en el tratamiento inicial en un paciente con glaucoma, básicamente debido a que pueden ocurrir complicaciones.
 

La indicaciones más frecuentes de cirugía en el glaucoma son:

  • Intentar preservar el campo visual del paciente cuando no se logra un adecuado control de la enfermedad con el tratamiento médico, es decir, cuando la enfermedad presenta daño progresivo o cuando los niveles de presión intraocular son de alto riesgo de progresión, a pesar de estar el paciente utilizando correctamente sus colirios hipotensores.

  • Cuando la terapia medicamentosa no es tolerada por el paciente debido a sus efectos secundarios

  • Cuando los medicamentos no son bien utilizados por el paciente.

  • Otras indicaciones quirúrgicas, aunque menos frecuentes, son la ruralidad del paciente que impida la periodicidad de los controles oftalmológicos y motivos socioeconómicos que no aseguren un continuo financiamiento del tratamiento farmacológico.

En algunos casos, el tratamiento quirúrgico sí debe ser la terapia inicial para intentar evitar la ceguera. Tales son los casos del glaucoma congénito y el glaucoma neovascular, entre otros.

¿Qué tipos de Cirugía existen para el Glaucoma?

(Ultima actualización 30 de Agosto 2020)

Cuando una cirugía de glaucoma está indicada, las características del cuadro clínico orientan al cirujano en la selección del procedimiento quirúrgico más adecuado.
Existen diferentes tipos de cirugía en glaucoma, como la trabeculectomía y sus variantes, cirugías no penetrantes, implantes de drenaje, cirugía angular, ablación del cuerpo ciliar y los procedimientos mínimamente invasivos. Todos ellos son procedimientos ambulatorios, y todos apuntan a reducir la presión intraocular.

 

La trabeculectomía constituye la cirugía clásica de glaucoma y está ampliamente extendida. Consiste en crear una vía de drenaje para el humor acuoso (líquido intraocular que da la presión al ojo) desde la cámara anterior (en el interior del ojo) hasta el espacio subconjuntival (la superficie del ojo), donde se acumula en un reservorio llamado ampolla filtrante y desde aquí se reabsorbe hacia la circulación general. Para esto, se realiza un microagujero en la esclera (parte blanca del ojo). (Figura 2). Es un procedimiento que dura típicamente unos 30-45 minutos.

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Figura 2: Fotografía de una trabeculectomía, en la cual se observa, levantando el párpado superior, la ampolla filtrante como una zona más blanquecina, y que corresponde a humor acuoso en el espacio subconjuntival (debajo de la capa más superficial del ojo),  que ha drenado desde el interior del ojo a través de un microagujero en la esclera.

Las cirugías no penetrantes buscan también drenar humor acuoso pero sin realizar una perforación de la esclera, sino que potenciando las vías naturales de drenaje. La ventaja es que disminuye la posibilidad de hipotensión ocular pero en general son menos efectivas que la trabeculectomía.
 

Los implantes de drenaje son dispositivos, fabricados principalmente de silicona, que se implantan en la superficie del ojo y que drenan humor acuoso desde la cámara anterior, a través de un tubo, hacia el espacio subconjuntival alejado de la parte delantera del ojo (Figura 3). Estos dispositivos miden un par de milímetros y no son visibles a simple vista una vez implantados. Los más usados son la válvula de Ahmed y el implante de Baerveldt. En general se usan en glaucomas complejos en los cuales las cirugías descritas anteriormente no suelen dar un buen resultado, como en glaucomas neovasculares, traumáticos, uveíticos, post vitrectomía, entre otros. También se usan en presencia de otras cirugías previas fallidas, en determinados casos de glaucomas pediátricos, entre otros.

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Figura 3: Fotografía del ojo de un paciente sometido a implante de una válvula de Ahmed en la zona superior. Con microscopio se puede observar el tubo de silicona en la cámara anterior (parte interna delantera del ojo), desde donde drena humor acuoso hacia el exterior (el espacio subconjuntival).

La cirugía angular se refiere a procedimientos del ángulo iridocorneal, que es donde está ubicado el drenaje natural del humor acuoso.

  • La goniotomía y trabeculotomía (2 tipos de cirugía angular) son los procedimientos de primera elección para el glaucoma congénito primario, debido a que el origen de esta enfermedad radica en una anomalía del desarrollo del ángulo iridocorneal.

  • Otro tipo de cirugía angular, más recientemente descrita, es el GATT (Trabeculotomía transluminal asistida por gonioscopía) que permite abrir el canal de Schlemm (estructura que drena el humor acuoso) hacia la cámara anterior en una extensión mayor que la goniotomía y trabeculotomía clásica. Esto se hace en un procedimiento que puede considerarse mínimamente invasivo.

  • También entra en este grupo la Goniosinequiolisis, para liberar adherencias iridocorneales que impiden el normal drenaje de acuoso en ciertos tipos de glaucoma. 

La ablación del cuerpo ciliar es un procedimiento con láser que busca disminuir la producción de líquido intraocular (humor acuoso) por parte del cuerpo ciliar y así bajar la presión. Esto puede hacerse vía transescleral (desde la superficie del ojo) o endoscópica (intraocular).

  • La ciclofotocoagulación transescleral con láser diodo es un procedimiento que se utiliza como tratamiento en ojos con glaucomas muy severos o que no han respondido a otras cirugías de glaucoma. Es muy efectiva para aliviar el dolor en pacientes con ojo ciego doloroso. Frecuentemente debe ser repetida para lograr el efecto deseado.

  • El ciclodiodo transescleral micropulsado, es similar a la ciclofotocoagulación transescleral con laser diodo, pero está asociado con menor inflamción y menor riesgo de baja de visión secundario. Si bien es menos potente que otras cirugías de glaucoma, es una alternativa para ojos en los cuales se requiere evitar una cirugía invasiva (Figura 4).

  • La endociclofotocoagulación también es otra alternativa de ablación del cuerpo ciliar. A diferencia de las 2 técnicas anteriores, en ésta, el tratamiento se realiza a través de una incisión en la cornea en el interior del ojo. Se tiende a combinar con la cirugía de cataratas en algunos tipos específicos de glaucoma.

Figura 3 Cyclo G6.jpg

Figura 4: Fotografía de un procedimiento de ciclodiodo transescleral micropulsado (Cyclo G6), en el cual se aplica láser micropulsado desde la superficie del ojo. Es un procedimiento indoloro gracias a la anestesia y dura pocos minutos.

Se denomina cirugía de glaucoma mínimamente invasiva (MIGS) a un grupo de procedimientos para reducir la presión intraocular mediante un abordaje quirúrgico poco invasivo. Es decir, mediante pequeñas incisiones y escasa manipulación de tejidos, implantando en algunos casos pequeños dispositivos que ayudan al drenaje de humor acuoso.

Al ser menos invasivos, se busca una menor inflamación y una menor incidencia de complicaciones. Son una alternativa para ciertos tipos específicos de glaucoma, en especial aquellos que tienen presión ocular más elevada que el promedio y daño leve o moderado.
 

Es frecuente que en muchas de las técnicas quirúrgicas mencionadas sea necesario combinar la cirugía de glaucoma con otras operaciones al mismo tiempo,  por ejemplo, cirugía de cataratas o inyección de Avastín. Incluso, a veces un implante de drenaje puede ser necesario junto a una vitrectomía (cirugía de vítreo-retina).

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¿Qué complicaciones pueden producirse en la cirugía de Glaucoma?

(Ultima actualización 30 de Agosto 2020)

Como en cualquier cirugía, la de glaucoma no está exenta de riesgos de complicaciones.

No existe ninguna técnica que esté libre de complicaciones. Cuando ocurren, la mayoría son manejables y transitorias. En ocasiones, es necesario tener que entrar nuevamente al pabellón quirúrgico y esto no debe verse como un fracaso de la cirugía primaria sino que como parte del proceso de recuperación.

En resumen, y en términos generales:

  • Toda cirugía (realizada en cualquier parte del cuerpo) tiene 2 complicaciones: La infección y la hemorragia. La cirugía de glaucoma no es la excepción. Afortunadamente estas son muy infrecuentes.

  • Hay 2 complicaciones más que están relacionadas al objetivo de la cirugía de glaucoma:

    • Falla de la cirugía llevando a presión ocular más alta que lo deseable en un caso particular

    • Hipotonía o presión ocular muy baja. Esto también puede tener efectos negativos sobre el ojo en algunos casos y por lo tanto se trata de evitar.​​

    • Estas últimas 2 situaciones en general son manejables con tratamiento médico, aunque a veces es necesario una reintervención en pabellón.


Una de las complicaciones más frecuentes es la hipotensión ocular, que significa que la presión ocular baja más de lo esperado. Esto ocurre con mayor frecuencia en cirugías penetrantes, como la trabeculectomía o los implantes de drenaje.

En la mayoría de los casos la hipotensión es transitoria, se resuelve con reposo y tratamiento médico. Pero a veces, la hipotensión ocular tiene más repercusión sobre el ojo, o se mantiene por mucho tiempo y puede ser necesaria una intervención en pabellón. Afortunadamente la mayoría de las veces, no quedan secuelas permanentes en la visión del paciente.


Técnicas como las cirugías de glaucoma mínimamente invasivas o las cirugías no penetrantes han aparecido como una alternativa con menos riesgo de complicaciones incluyendo la hipotonía. Pero no han podido reemplazar a las técnicas más invasivas (como la trabeculectomia y las válvulas de glaucoma)  porque la potencia para reducir la presión ocular es menor, y por lo tanto no son suficiente para muchos pacientes.

A continuación nos referiremos más en detalle a complicaciones de la trabeculectomía que es la cirugía más frecuente en glaucoma.

 

En la trabeculectomía, se busca formar una ampolla filtrante. Esta ampolla filtrante permite que baje la presión ocular. Se forma gracias a que líquido del interior del ojo (humor acuoso) sale hacia la superficie y se ubica en el espacio entre la parte blanca superior del ojo (esclera) y la conjuntiva (tejido muy delgado y transparente que recubre la esclera). Relacionado con esto algunas dificultades que se pueden producir incluyen:

  • En algunos pacientes el exceso de cicatrización provoca después de unos días una fibrosis exagerada, produciendo un encapsulamiento de esta ampolla y limitando la filtración externa de humor acuoso, que se traduce en un aumento de la presión intraocular. Esto puede requerir de procedimientos que incluyen cortar puntos internos de la cirugía (suturolisis) y en algunos casos de un procedimiento llamado needling, en el cual el cirujano usa una micro-aguja para abrir la pared fibrosa y tratar de ampliar la ampolla filtrante. Esto se hace con anestesia local, sin dolor, en la misma consulta médica o en pabellón, dura 1 o 2 minutos, a veces se inyecta además una sustancia anticicatrizante y puede ser necesario repetirlo más de una vez. 

  • Filtración externa de humor acuoso a través de la herida conjuntival se ve con cierta frecuencia (el paciente puede presentar lagrimeo) y generalmente se resuelve de manera espontánea, aunque a veces es necesario poner una sutura adicional en pabellón.

  • En ocasiones, pueden ocurrir en los primeros días postoperatorios pequeños micro-sangrados intraoculares (hifema) que se resuelven de manera espontánea. 

  • La infección es algo que puede acompañar a cualquier cirugía. En el glaucoma es especialmente delicada la infección pues al haber una comunicación hacia el interior del ojo, la infección puede comprometer también el interior del ojo. Esto puede ocurrir tempranamente o también años después de la cirugía inicial. Por eso es importante que todo paciente operado de glaucoma sepa que en caso de ojo rojo y secreción o dolor importante debe consultar lo antes posible para determinar si se trata de una infección e iniciar tratamiento antibiótico. Afortunadamente esto es infrecuente.

  • Complicaciones graves que pueden producir la ceguera del ojo son muy infrecuentes, pero nadie está libre de este riesgo. Entre ellas están la infección intraocular por bacterias (endoftalmitis) y hemorragia coroidea que corresponde a sangrado de una capa rica en vasos sanguineos que están en la parte posterior del ojo (detrás de la retina). Puede ocurrir durante o después de la cirugía de glaucoma, y es más probable en pacientes que hacen fuerza o actividad física importante en el período de recuperación de la cirugía, por eso es importante el reposo relativo hasta que su médico se lo indique. 

Dado que la cirugía de glaucoma puede presentar complicaciones, el procedimiento quirúrgico y sobre todo el manejo postoperatorio deben ser realizados por un médico experto en glaucoma. El hecho de que exista riesgo de complicaciones potencialmente graves para la visión del ojo no debe ser motivo para desistir de operarse, pues se debe considerar que éstas son infrecuentes y que si su especialista le ha indicado una cirugía, es debido a que el glaucoma está progresando o es severo y por ende el no operarse en estas condiciones también implica riesgo de ceguera, incluso mayor al de las eventuales complicaciones.

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